Este artículo contiene diferentes testimonios de alumnas de yoga que realizan su práctica presencial en Yentda.
Vaya por delante nuestro agradecimiento a las alumnas que han aportado su escrito, nuestro ánimo a l@s maestr@s que han tenido que cerrar sus salas por la situación actual y nuestro respeto a l@s que se dedican a impartir sus sesiones de forma virtual.
Esperamos que sea de vuestro interés.
Om shanti.
Mary Carmen Oliva, Yentda.
MI SALA
Se oyen voces de un nuevo
confinamiento y cierre de fronteras en Septiembre. A mediados de septiembre. Lo
que me preocupa bastante. Pero lo que es preocupante es que cierren negocios.
Siempre los mismos. La pequeña y mediana empresa. Entre ellos las salas de
yoga. Han tenido que cerrar algunas por falta de alumnos porque nos hemos
acomodado a hacer yoga “on line”. Nos hemos olvidado de la sala, ”mi sala”, y
practicamos en casa. Eso está bien cuando “mi sala” está cerrada porque la
continuidad de la práctica me parece fundamental. Y lo practico en compañía de
mi maestra pues hizo el esfuerzo de grabar y enviarnos vídeos para animarnos y
ayudarnos en la práctica. Se preocupó de que no nos faltara su compañía.
Sí, su
compañía: su voz, su bien hacer, variada y bien guiada la práctica. Todo
conocido y familiar. Pero siempre falta ese espacio: mi sala, llegar a ese
entorno conocido que emana paz y sosiego. Ese espacio donde me coloco conmigo
misma en mi yogamat: me aíslo, me guían, me llevan…soy yo y mi respiración y la
voz de mi maestra firme y suave… “alinea los hombros” ”el brazo, no lo lleves
hacia atrás” “no fuerces, firmeza y comodidad” …
Yo, y mi respiración…y algo
más. Siento alrededor la energía de mis compañeros, esa energía que me hace
sentir uno con ellos en el movimiento de la respiración en las asanas y en las
vinyasas. Me siento fuerte, segura y más humana.
Magdalena Gómez Moreno
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REFLEXIONES PARA COMPARTIR: YOGA “ON LINE” O PRESENCIAL
Desde hace unos meses, por motivos
de sobra conocidos, se habla continuamente de las ventajas e inconvenientes de
la formación “on line”, del protagonismo de las redes sociales, de la
comunicación a distancia…Que internet forma parte de nuestra vida es algo
indiscutible tanto en la esfera personal como profesional; sin embargo, esta
comunicación interpersonal se queda pobre y desdibujada cuando las personas nos reunimos para crecer,
para ser nosotros mismos, para encontrarnos con nuestro verdadero YO.
Nos
centraremos en una práctica ancestral: EL YOGA. Su nombre significa UNIÓN,
unión que sólo se da cuando reconoces en el otro un alma gemela, cuando el
latido del Universo resuena en tu interior, cuando tu maestra te enseña con
paciencia y va dejando “miguitas” de pan en el camino, como en el cuento de
Pulgarcito, para que llegues a tu casa, tu hogar, al refugio que reside dentro
de ti.
Cada uno de
nosotros tiene una energía, que actúa de una manera determinada en interacción
con la de los otros, por eso cada grupo de yoga tiene una combinación
energética singular, una sinergia única, irrepetible.
Por muy útiles que puedan resultar las clases de yoga “on line”, esa magia solo será posible cuando estemos cara a cara, compartiendo con otros el AQUÍ y AHORA, sintiendo la energía de los otros, haciéndote UNO CON TODOS.
Rocío y Angustias
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Hacer físicamente yoga en yentda es entrar en una nueva vibración y recibir el regalo de la poderosa luz de su anfitriona.
Una experiencia con olor a lavanda, naranja y eucalipto.
Yentda es la cercania, es estar en el aquí y ahora de verdad.
Vicky
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Me sumo a los comentarios de mis compañeras de yoga...No lo podria expresar mejor...Llegar a Yentda para mi clase semanal, solo un día pq mi día a día me tiene cogida..., para mi es vital...es medicina..., nada que ver con las clases on line..A pesar de ello y dadas las circunstancias que hemos vivido de confinamiento que espero no se repitan, ha sido un lujo tenerte ahí.. y agradezco de corazón tu generosidad...Eres una mujer muy especial, una suerte y un lujo para mi tenerte como maestra...Por lo demás, siempre el yoga presencial..., la energía que se mueve allí es imposible tenerla en las clases on line..
ResponderEliminarLlegué a esta pequeña familia de Yentda por casualidad. Comencé a interesarme por la disciplina del yoga en las primeras semanas de abril, coincidiendo con el momento del año en el que más tiempo hemos tenido que permanecer en casa. También por casualidad, me mudé a mitad de junio al edificio de al lado y la primera mañana que paseaba a mi perro por la zona, me fijé en el cartelito de Yentda. No dudé en llamar para preguntar y me abrió nuestra profe Mari Carmen con el buen ánimo que le caracteriza. Al día siguiente fui a probar y desde el primer día empecé a notar un beneficio tanto físico como interior muy grande. La verdad es, que no tiene nada que ver practicar yoga en clase con mis compañeras (que me acogieron como a uno más de su "familia" desde el primer día), que hacerlo en casa con algunas guías de youtube. Los aromas que se respiran en clase, el sentir la pertenencia a un pequeño grupo de personas que buscan crecer en todos los sentidos, la profe tan atenta y amable, los diferentes mantras que, sí, entonados en grupo y con sentimientos verdaderos, ejercen un poder muy beneficioso para cada uno de nosotros y, en definitiva todo lo que se aprende y se vive en esas clases, no tienen nada que ver con practicar yoga en casa por internet.
ResponderEliminarGracias a Mari Carmen y a mis compañeras por mostrarme los beneficios de la práctica del yoga de una manera en la que, para ser sincero, cuando empecé creía que no conseguiría ver o al menos no en un corto periodo de tiempo.